Valoración luminosa y juicio

Hay la sombra y “lo que en sombra está” :

Tomemos por ejemplo el temperamento muy agresivo de alguien.

La valoración luminosa de la sombra es usar el concepto de contraste para encontrar lo que por ella no se ve a simple vista, y que es la causa real del síntoma conocido.

En este caso si la sombra es agresividad y violencia, la energía opuesta es fragilidad y vulnerabilidad. Esto es “lo que en sombra está” – aquello sobre lo cual se necesita un trabajo de sanación.

El juicio se queda en desaprobar, y castigar en la persona, los aspectos reprensibles de la sombra, sin indagar suficientemente en las estructuras subterráneas del problema.

Para esto el juicio supone y justifica la deliberada intención de hacer daño, o en todo caso el poco esfuerzo en tratar de evitarlo. El juicio creó la ilusión de la existencia del mal.