Por qué insistir en el software libre y rechazar el privativo

¿Qué es el software libre?

El software libre es aquel que respeta la libertad de sus usuarios. Específicamente, les otorga cuatro libertades esenciales:

0) La libertad de ejecutar el programa para cualquier propósito 1) La libertad de estudiar el código fuente del programa y modificarlo. 2) La libertad de distribuir copias exactas del programa 3) La libertad de distribuir versiones modificadas del mismo

Un programa que no respeta alguna de las cuatro libertades no es libre y se considera privativo, ya que priva de la libertad a sus usuarios.

El software privativo es injusto

Para entender la injusticia del privativo es necesario entender que fundamentalmente un computador sigue instrucciones de un programa escrito por un desarrollador, generalmente una empresa. Por lo tanto, es el desarrollador el que determina qué hace tu computador.

Notar que no sólo las máquinas de escritorio y laptops son computadores, sino también los celulares, tablets, routers, televisores, relojes y autos inteligentes (smartwatches y smartcars, respectivamente).

Dado lo anterior, el software privativo no permite la modificación del programa, dejando a los usuarios sujetos a las decisiones impuestas por el desarrollador y perdiendo el control sobre lo que hace su computador. El privativo tampoco permite distribuir copias para ayudar al prójimo, por lo que promueve una práctica antisocial al prohibir compartir una herramienta útil. Así, los usarios quedan divididos e impotentes.

Por otra parte, el desarrolador introduce habitualmente anti-características en el programa, funcionalidades diseñadas e implementadas para perjudicar al usuario. Por ejemplo, tanto Microsoft Windows como Google Chrome y IOS espían a sus usuari@s, l@s censuran, l@s restringen y abusan de ell@s. Y como el software es privativo, nadie puede cambiarlo.

También existen otras injusticias en el mundo de la informática, tales como la obsolescencia programada y la vigilancia masiva. El software privativo juega un rol importante en su consolidación y perpetuación. Sin embargo, son temas para otro artículo.

FAQ

Si el programa es gratis no es necesario que lo comparta porque los otros pueden simplemente descargarlo

El usuario sigue siendo dependiente injustamente de los medios de distribución del desarrollador, por lo que no se puede distribuir el programa por otros medios. Además, si el desarrollador deja de distribuirlo, nadie podrá conseguirlo, al menos no legalmente.

No voy a modificar el código, ¿para qué querría que el software fuese libre?

La queja anterior quiere decir que el usuario no necesita las libertades del software libre porque no puede o no quiere ejercerlas. La práctica ha demostrado que esto es falso. Si un usuario no sabe programar, puede acudir a otros para que modifiquen el programa por él. Ésto es posible de varias maneras: contratando a un programador para que realize los cambios, participando en la comunidad del software, o utilizando versiones modificadas de programas ya existentes.

Por ejemplo, muchos programas libres populares son versiones modificadas de otros. Por ejemplo, LibreOffice está basdo en OpenOffice, MATE en GNOME, OpenArena en Quake3, IceCat en Firefox, Ubuntu en Debian, etc.

En conclusión, todos los usuarios gozan de las libertades del software libre, sin importar sus conocimientos en computación o su tiempo disponible.

El desarrollador tiene la libertad de elegir qué licencia usar para su programa

No hay que confundir la libertad con el poder. La libertad consiste en el control sobre las decisiones que afectan principalmente a un@ mism@, mientras que el poder consiste en el control sobre las decisiones que afectan principalmente a otras personas. Cuando el desarrollador escoge una licencia de software privativo, no está ejerciendo su libertad, sino que está ejerciendo un poder injusto sobre los usuarios de ese software.

La ley le otorga al autor el derecho de escoger la licencia para su obra

Primero, recordemos que en la mayoría de los casos, son las compañías de software quienes son las titulares de los “derechos”.

En segundo lugar, que la práctica descrita esté avalada por la ley no significa que sea correcta. Hace algunas décadas era ilegal que un negro se sentara junto a un blanco en un autobús en varios estados de los Estados Unidos, pero dicha ley era injusta. Recordemos también que hasta hace algunos años, el divorcio era ilegal en nuestro país, práctica que, en caso de que ambas partes involucradas estén de acuerdo, no supone ningún problema.

El software libre acaba con la competencia

Completamente falso. Como no hay un monopolio sobre el desarrollo del software, cualquier empresa puede aprovechar el software, aumentando la competencia.

El software libre es comunismo porque acaba con la propiedad privada

En el mundo del software libre, la propiedad privada sí existe. El desarrollador de un programa no está obligado a distribuirlo. Del mismo modo, si un usuario modifica su copia de un programa libre no tiene por qué compartirlo con nadie. Las libertades en las que se basa el software libre no son obligaciones.

El software libre es inseguro ya que cualquiera puede hallar una vulnerabilidad y explotarla

Lo anterior asume que la mayoría de los programadores que estudian el código fuente de un programa buscan explotar las fallas de seguridad que tenga un programa, lo que es falso.

Con el software libre, cualquiera puede auditar el código fuente para encontrar un error y reportarlo para ser corregido.

Por otra parte, hay que considerar que el software privativo no ofrece protección alguna contra el desarrollador. Además, si se encuentra una vulenaribilidad, se dependerá del éste para arreglarla, por lo que los sistemas sin soporte oficial quedarán expuestos por siempre.

A lo anterior hay que agregar que la NSA explota e incluso crea vulnerabilidades en sistemas privativos tales como Microsoft Windows.

No es necesario que X videojuego sea libre porque tiene soporte de mods para modificar el juego.

El soporte de mods y sus detalles depende del desarrollador, por lo que el usuario no puede escribir un mod como él quiere, sino como el desarrolador quiere. Además, en caso de existir un bug con el motor, o spyware, el usuario se encuentra totalmente impotente para solucionarlo.

El software libre atenta contra los derechos de autor

El software libre sí se adscribe al sistema de los “derechos” de autor. Un programa libre viene con una licencia de software libre que garantiza las cuatro libertades esenciales.

El software libre acaba con la innovación

La innovación consiste en basarse en lo ya existente para crear algo nuevo. El software libre permite modificar un programa ya existente para desarrollar otro, mientras que en el privativo es necesario empezar desde cero para desarrollar una versión mejorada de un programa, lo que requiere recursos que podrían ser invertidos en innovar con el software libre. Por lo tanto, es el software privativo el que está en contra de la innovación, no el software libre.

Si no se les paga a los desarrolladores, no se desarrollarán más programas

En el mundo del software libre, a los desarrolladores sí se les paga. Existen varias empresas dispuestas a pagar por mejorar su tecnología informátca para mejorar sus procesos de negocio. Una lista no exhaustiva de este tipo de empresas se encuentra aquí.

Sumado a lo anterior, muchos proyectos de software libre se financian vía Crowdsourcing.

La situación actual no va a cambiar porque yo me cambie al software libre

Es una visión corto-placista porque no considera la migración al software libre como parte de un proceso de largo plazo. ¿Acaso alguien puede volverse un profesional estudiando un sólo día? ¡Claro que no! Es necesario ser constante, y, al tratarse de un movimiento social, también es necesario realizar esfuerzos de manera colectiva. Afortunadamente, el movimiento del software libre lleva más de 30 años y tiene miles de seguidores en todo el mundo, lo que permitió el desarrollo de un sistema operativo libre completamente funcional: GNU+Linux